Los veranos de mi infancia solía pasarlos rodeado de familia, en la casa de pueblo de mis abuelos, en Monesterio (Badajoz). Fue en aquellos días de verano, en aquel patio rodeado de geranios bajo una parra, escuchando a mi tío Francisco Barquero Murillo, médico especialista en medicina de familia y medicina del trabajo, cuando sentí que yo también quería saber cómo funciona el cuerpo humano y como ayudar a otros. Francisco Barquero no solo fue inspiración para mí, también lo es para su hijo Francisco Barquero Paz, médico especialista en psiquiatría.
Otro pilar muy importante ha sido mi tío Inocencio Paz Sánchez, médico estomatólogo, es uno de los dentistas de mayor prestigio en Badajoz, especialista en cirugía e implantología, con más de 30 años de experiencia, un gran maestro mío y ahora también de sus hijos Sergio Paz Pulido y Belén Paz Pulido ambos dentistas, que tienen la suerte de trabajar juntos en la clínica dental Inocencio Paz Sánchez.
Por último no podría ser quien soy, sin mis padres Alejando Fernández Palomo y Ascensión Paz Sánchez, a ellos les debo la vida y su apoyo incondicional en todo.